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IMPULSADA POR LA MINERÍA EN RUSIA

La producción de diamantes creció el 2% en 2015 pero, con peores precios por quilate

lunes 11 de julio de 2016, 07:00h
Operaciones en una mina de Cullinan, Sudáfrica, explotada por Petra Diamonds.
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Operaciones en una mina de Cullinan, Sudáfrica, explotada por Petra Diamonds.
La producción mundial de diamantes en bruto aumentó un 2,1% en 2015 y se situó en los 127,4 millones de quilates, aunque su valor descendió algo más del 4%, hasta los 13.800 millones de dólares, según el informe anual que acaba de hacer público el Proceso Kimberley.
Se trata del primer año de caída en su valor, después de tres ejercios al alza, y también se desploma el precio medio por quilate, que se deja un 6,2%, hasta los 108,96 dólares. Algunos factores que explicarían esta caída pasan por la debilidad de la demanda en China, la desaceleración en la eurozona o el bajo precio del crudo. Ahora está por ver la incidencia del Brexit en este mercado, según los analistas.

El año pasado se vendieron en total unos 344 millones de quilates de diamantes en bruto en el mundo. India continúa siendo el mayor comprador (como centro mundial de lapidación y pulido) con el 38%. No obstante su producción cayó un 15% en 2015. Le siguen la Unión Europea con un 30% y Emiratos Árabes, con el 18%.

Por países, Rusia sigue encabezando la producción mundial. El monopolio Alrosa produjo 41,9 millones de quilates (+9,4) con un valor de 4.240 millones de dólares y aumenta su distancia sobre Botswana, con 20,8 millones de quilates tras una caída del 16% en su producción. Eso sí, por valor gana el productor africano con un precio medio de 143,7 dólares/quilate, frente a los 101,15 de Rusia. También le supera Angola, con una producción a la baja pero un precio medio de 131,11 dólares.

En su conjunto, el alza en la producción mundial viene impulsada por la decisión de la minera rusa Alrosa de seguir aumentando la extracción para generar más liquidez en el país. Una decisión que contrasta con el repliegue de otras firmas como De Beers o Lucara, que están ralentizando su producción para frenar la caída de precios y también como consecuencia de la caída en la demanda de los consumidores.