Es cierto que el título podía resultar alarmante, pero lo verdaderamente alarmante es que una empresa ––en este caso india–– pueda estar vendiendo impunemente diamantes sintéticos con certificados falsificados del GIA, como se denunciaba en el artículo.
Resulta obvio que este tipo de malas prácticas se pueden llevar a cabo tanto online, como en cualquier establecimiento físico, pero en el caso concreto de la noticia se destacaba el hecho de que el supuesto fraude se estaba produciendo a través del portal Alibaba.com.
Internet tiene inmensas ventajas y oportunidades de comercialización, pero también tiene su ‘lado oscuro’, y es la posibilidad de que personas o empresas sin escrúpulos se escondan tras una apariencia de honorabilidad perjudicando a terceros por medio de sus prácticas.
Pero este comportamiento nada tiene que ver con firmas de prestigio asentadas desde hace décadas, que ahora también venden sus productos honestamente a través de este nuevo canal. Estas son precisamente las que pueden ofrecer al cliente la máxima confianza, avalada por sus años de experiencia y buen trato.
Y precisamente son este tipo de empresas las que más tienen que ganar en la carrera de la comercialización online puesto que frente a vendedores ambulantes de humo, están las compañías serias y responsables en el mercado.
Hay muchos mecanismos para ofrecer al cliente no sólo buen producto, sino confianza a la hora de realizar sus operaciones a través de internet, como ofrecer diferentes plataformas de pago; contar con sellos reputados de ‘Confianza online’; mostrar comentarios de los clientes (tanto positivos, como negativos); responder de inmediato a las consultas... etc. Y finalmente algo obvio, pero que no siempre parece tenerse en cuenta: dar la misma calidad y servicio que en el establecimiento tradicional.
Que les sea útil, ese es nuestro mayor interés.
