La piedra está cortada en talla esmeralda y el certificado la describe como tipo II, claridad VS1, color E y corte muy bueno-excelente. Se fabricó mediante el método HPHT en las instalaciones que la empresa tiene en San Petersburgo y en menos de 300 horas se completó la piedra en bruto de 32,26 quilates de la que se manufacturó la pieza final.
Se trata del tercer gran diamante que este fabricante lleva a certificar al laboratorio asiático. Previamente ya analizó uno de cuatro quilates en talla cojín y otro de cinco quilates en brillante, que pasaba hasta ahora por ser el mayor del mundo hecho por el hombre.
Para el director del laboratorio hongkonés, asociado al Instituto Gemológico Internacional (IGI), esta piedra de diez quilates es "única en su especie" por ser una evolución del hasta ahora conocido método HPHT, aunque no se detalla el avance. "La combinación de tamaño, junto al excepcional color y brillo hacen que nos encontremos ante una pieza pionera en la industria del diamante" añade.