En ocho pruebas realizadas a lo largo de diez días, cada reloj ha de superar una serie de análisis que reproducen las condiciones de utilización en la vida real, incluida la exposición a campos magnéticos hasta de 15.000 gauss.
Los exámenes se realizaron en el Instituto Suizo de Metrología (METAS), que lleva colaborando con la marca relojera desde 2014 para mejorar la precisión y la calidad de los relojes de la conocida marca del
grupo Swatch.
Estas pruebas para movimientos mecánicos están abiertas al resto de empresas relojeras ya que METAS es un agencia gubernamental, independiente de las marcas, aunque por el momento Omega es la única certificada.