Se trata de una espuma de poliuretano que se inyecta automáticamente en las vitrinas cuando los ladrones intentan forzarlas y se expande rápidamente, cubriendo por completo las piezas (joyas y relojes) y haciendo prácticamente imposible acceder al producto.
Desde
Medusa, que así se llama la empresa, afirman que este producto no daña las piezas y una vez que ha secado se pueden extraer con facilidad. "Además de evitar el robo", añaden, "este sistema actúa también de manera disuasoria haciendo que los ladrones desistan de continuar destrozando el local".
La marca vende de forma conjunta la vitrina, mostrador o torre expositora con acabados en madera y un cristal de alta resistencia. La alarma, la espuma y el mecanismo que la dispara están integrados en el expositor.
En este video se puede ver cómo funciona el producto: