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La necesidad de atención psicológica en el sector joyero tras la presión constante producida por la violencia

La psicóloga Susana Laguna analiza la presión a la que diariamente están sometidos los profesionales 

jueves 29 de octubre de 2015, 11:35h
Susana Laguna.
Susana Laguna.

La victimización por delito violento es una de las experiencias potencialmente más traumáticas y con capacidad para generar, en la persona que lo sufre, lesiones y secuelas psicológicas de gravedad. Solemos pensar que todos tenemos el mismo riesgo de ser victimizados y que sufrimos la violencia por azar, en algunos casos efectivamente es así, pero hay personas que por sus características personales y sociales, entre ellas su profesión, presentan mayor probabilidad.

La necesidad de atención psicológica en el sector joyero tras la presión constante producida por la violencia

Es el caso de los joyeros, especialmente los madrileños que siguen liderando el ranking de asaltos violentos si los comparamos con los de otras regiones. A menudo mitificamos la figura del joyero. La sociedad mantiene, aún hoy, estereotipos que relacionan siempre esta profesión con el lujo y el glamour. Sin duda, una percepción exagerada que deja a un lado a los artesanos, representantes y pequeños negocios familiares que tratan de sacar su trabajo adelante.

Se trata de un cliché que, a su vez, dificulta una respuesta social firme que cubra sus necesidades legales y psicológicas convirtiéndoles en aún más vulnerables. Hay que recordar que tras el centenar de robos registrados en el primer semestre del año 2013 en joyerías madrileñas, hay personas a las que no roban sólo su patrimonio, también se llevan salud física y emocional. Sí, “No es oro todo lo que reluce”. Los profesionales del sector de la joyería, a pesar de las medidas de seguridad, se enfrentan diariamente, en su puesto de trabajo, al riesgo y al miedo al delito, en muchos casos con impotencia, indefensión y un estado de alerta continuo que a largo plazo daña su bienestar.

Uno de los síntomas psicológicos más frecuentes es la hipervigilancia (búsqueda de posibles amenazas, atención al teléfono por una posible llamada alertando de robo, etc…), una sobrecarga que puede traducirse en ansiedad, nerviosismo, preocupación, alteraciones de sueño y enfermedades psicosomáticas (dolor de cabeza, fatiga, problemas gastrointestinales, cardiovasculares, dermatitis, etc…). Un buen entrenamiento en el manejo del estrés podría ayudar a prevenir dichas alteraciones y evitar que el miedo a ser victimizados les victimice.

Desgraciadamente muchos joyeros ven cumplidos sus temores. La sintomatología en casos de asalto efectivo varía en función del grado de violencia empleada por el agresor, el arma utilizada, la percepción por parte del joyero de amenaza a su vida y, por supuesto, las características personales y capacidad de afrontamiento. No obstante, en un primer momento suelen presentarse respuestas psicológicas normales como miedo, indefensión, impotencia, dificultad para concentrarse, preocupación constante, pesadillas, desconfianza, hostilidad y problemas en las relaciones personales.

El apoyo familiar, social e institucional aquí es vital para amortiguar el impacto psicológico y prevenir que se conviertan en lesiones y secuelas. En casos muy graves o si los síntomas iniciales no remiten será necesario recibir tratamiento especializado.

Parece, por tanto, que un buen asesoramiento previo, que ayude a los joyeros a manejar las respuestas de ansiedad que acompañan a su trabajo, el apoyo eficaz en caso de agresión y la disponibilidad de tratamiento especializado previene el desarrollo de alteraciones físicas y psicológicas, facilita el afrontamiento adaptativo ante un asalto y aumenta la calidad de vida de los profesionales de sector de la joyería.

Tenga en cuenta que:

  • Puede aprender nuevas formas de manejar la tensión inherente a su trabajo.
  • Para evitar un posible robo, sólo está en su mano seguir las normas de seguridad reguladas por ley. Si así fue, hizo lo que pudo. No se culpe.
  • La victimización es una experiencia superable a nivel psicológico.
  • Conviene que vuelva a retomar sus rutinas cuanto antes, siempre respetando sus límites y sus tiempos. Enfrentarse al miedo ayuda a afrontarlo.
  • Comparta su experiencia con aquellas personas con las que se sienta cómodo. Hablar de ello le ayudará.
  • Si los síntomas no remiten solicite orientación profesional especializada para evitar el desarrollo de alteraciones de mayor gravedad.

 
Susana Laguna
es psicóloga y criminóloga, experta en atención a víctimas de delitos violentosde la firma Psicopericial: [email protected]

*Artículo publicado en el Gremio de Joyeros de Madrid: www.gremiomadrid.org