A Rebato

Y lo digo porque cada vez que abro un periódico, y leo las declaraciones de unos y otros (que tanto monta, monta tanto) salgo corriendo al espejo para comprobar si hay algo en mi cara que les haya hecho darse cuenta de que soy lo suficientemente tonto como para que me sigan dando muletazos por la izquierda (y encima a eso se le llama, en términos taurinos, "natural"), y por la derecha.

Pues bien, ni derecha ni izquierda. Todos ellos tratan de avivar el ascua que calienta su sardina y, más aun, soplar para apagar el ascua del vecino. Pero la verdad es que nos produce el mismo hastío oír al que manda prometer que, esta vez sí que sí, que para el año que viene (siempre para el año que viene, y si es año de elecciones, más) se van a bajar los impuestos, porque el dinero debe estar en poder de los contribuyentes, para relanzar el consumo, y bajar la inflación, y generar empleo...

Y los de enfrente, que cuando, ayer, mandaban hicieron, exactamente, lo mismo que hacen ahora los de hoy, dicen que lo que hacen estos no es lo mismo, sino mucho peor, y pintan un cuadro apocalíptico, achacándolo a las medidas de ahora, que se parecen a las de antes como un huevo a otro.
Entre medias, venga sueldazos, prebendas, y sinecuras, pagado todo con dinero de los contribuyentes.

Pero eso sí, los administrados, verdaderas víctimas de este Tratado de la Ingenuidad con que nos gobiernan, seguimos tragando. A lo más, renegamos de los políticos en las encuestas del CIS, pero seguimos manteniéndoles ahí, en lo alto, regalando votos y encumbrando mediocres.

¿No va siendo hora, ya por fin, de que los Ingenuos toquemos a Rebato y les coloquemos en el sitio que merecen?

Fernando Yandiola es abogado y director de Yandiola & Rodríguez, Asesores Empresariales, S.L.