Las dos piezas, de unos cinco centímetros de diámetro, eran el lote más valorado de la subasta y están fabricadas de una sola pieza de este material. Las piedras proceden de la antigua Birmania y su color verde intenso, con muy pocas impurezas, hace de ellas piezas "excepcionales y únicas", según explicaba la responsable de las pujas, Ellen Sin.
La subasta se cerró con el 79% de los lotes vendidos y un valor total de 37 millones de dólares de Hong Kong (unos 3,6 millones de euros). Otras de las piezas de importancia fueron un collar de rubis de Birmania sin tratar y otro collar de diamantes, vendidos por 3,2 y 2,13 millones (310.000 y 200.000 euros respectivamente.