Por su parte, las exportaciones de diamantes en bruto también se resintieron el año pasado un 20%, alcanzando los 2.800 millones de dólares, frente a los 3.500 de 2003. Con todo, el ministro israelí de Industria, Shmuel Mordechai, asegura que el mercado nacional "continuará mejorando" a lo largo de este año, hasta alcanzar los niveles de 2011.
Al otro lado de la balanza, las importaciones de diamantes pulidos se desplomaron un 25%, hasta los 4.200 millones de dólares, mientras que las compras de diamantes en bruto pasaron de 4.400 millones, hasta los 3.800; es decir, un 13% menos.
Por mercados, Estados Unidos continúa a la cabeza como destino de las piedras israelíes con una cuota del 36%, seguido de Hong Kong, que importa un 28% del diamante pulido hebreo. Le siguen Bélgica (8%), Suiza y Reino Unido (5% cada uno); mientras el otro 18% se reparte entre el resto del mundo.
Pese a las significativas caídas, todos los expertos coinciden en que existen "buenas perspectivas" para este año, puesto que la comparación se hace "con un año de ventas record", como fue 2011, explica el presidente del Instituto Israelí del Diamante (IDI), Moti Ganz. A su parecer, la crisis global de 2012 afectó a todo el conjunto de la industria, pero los resultados de los dos últimos trimestres hacen pensar en un crecimiento estable, hasta alcanzar niveles de 2011.