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Isidoro Hernández: ‘el espíritu del diseñador debería estar presente en la decoración y el ambiente del escaparate’ (II)

Segunda parte de la conferencia que el joyero madrileño llevó a cabo en la pasada edición de ProDiam 2012

jueves 29 de octubre de 2015, 11:35h

En esta segunda parte de su intervención, secuela de la que ayer publicamos en este Diario, el diseñador y joyero Isidoro Hernández recuerda la necesidad de contar con un buen 'fondo' de colecciones y advierte del papel "importantísimo" que juega la imagen en la presentación al público.

LA COLECCIÓN
A la hora de hacer una colección, el contacto con el público en nuestro punto de venta ayuda mucho a saber qué es lo que más se demanda. El anillo XL y el pendiente largo son las piezas estrella. Nunca olvidaremos incluir algo para el hombre y sobre todo, alguna pieza comercial dentro de esta colección.

En ella siempre debe haber una o dos joyas de alta costura: será la insignia, el reclamo, y la base de dicha colección. Curiosamente estas joyas son las más vendidas y nos cubrirán la necesidad de permitirnos pequeñas locuras justificadas. Incluso la mayoría de nuestros seguidores graban en su disco duro la imagen de estas joyas y nos hará más únicos y exclusivos.

LA PRESENTACIÓN
El escaparate juega un papel importantísimo en la imagen. En el conjunto de diseño, la luz y la sencillez son fundamentales para que quede clara nuestra idea: los ojos de nuestros clientes tienen que ser hechizados por la puesta en escena. Al igual que con las colecciones, debemos empatar el escaparate, bien con una taquería minima-lista y pequeños grupos de joyas o un escaparate totalmente arriesgado formando un bodegón, sin olvidar que visualmente sea atractivo y directo.

Cuando nuestro escaparate logre invitar a conocer el interior de la tienda, el cliente debe encontrarse en un marco especial, no tendría sentido dejar de lado esta sensación. Podemos ayudar con un olor agradable, una música especial y un color neutro para el uniforme de nuestros vendedores. Los clientes deben sentirse envueltos y trasladados a algún sitio especial: los diseños no son nada si están fuera de contexto.

Sus historias y nacimiento serán más comprensibles, el espíritu del diseñador o su personalidad deberían estar presentes en la decoración y en el ambiente. El alma de un buen diseño debe de constar de pequeños pedacitos de esta historia: cualquiera de ellos por su lado no son tan importantes, pero su suma nos da el resultado ideal, es lo que el público demanda y nosotros lo tenemos todo para dárselo.