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Los gemólogos lamentan la falta de cualificación en las joyerías españolas y la 'facilidad' para montar una

No puedes omitir "tratado por difusión" o "tratado con relleno de vidrio" cuando vendes diamantes o rubís tratados

jueves 29 de octubre de 2015, 11:35h

¿Qué pasa cuando se quiere montar una joyería? Pues ¡No pasa nada! Si tienes dinero para montar el local con arreglo a las exigencias de seguridad y puedes llenar unos bonitos escaparates con joyas elegantes, ya tienes una joyería. El gemólogo Manuel Llopis lamenta la falta de formación en el Sector, un tema candente que se volvió a poner de manifiesto en la pasada edición de ProDiam.

Ya hace muchos años que me sorprendí cuando, para formalizar  mi empresa  dedicada a tasaciones, valoraciones de joyas y certificación de gemas, no encontré ningún epígrafe en Hacienda que contemplara la profesión de Gemólogo. Con esto quiero decir que, aún hoy, como empresa que se dedica a la gemología, no puedo sacar una licencia fiscal en la que ponga que la actividad es la Gemología.

Nos hemos reunido varias veces en Madrid y Barcelona los Comités que formamos  con el nombre de PROGEM, para intentar que nuestra profesión esté reconocida por el INCUAL (Instituto Nacional de Cualificación de las Profesiones), y por Hacienda, pero esta crisis nos ha frenado en nuestro empeño.

Hasta aquí, todo claro, pero ¿cuáles son las consecuencias de tan pocas exigencias a la hora de pedir una licencia de actividad de joyería? Desde mi punto de vista, la falta de profesionalidad. Nadie te pide que presentes tu título de Formación en Joyería, ni tu título de Gemología, ni el título de Diseño de Joyas, ni nada de nada. Los conocimientos sobre las joyas pueden haber sido transmitidos por herencia de padres a hijos, por la experiencia y acumulación de vivencias, por alguna formación puntual de diseño, de grabado, de engastado, de conocimiento de gemas, etc, pero en muchos de los casos esta formación es nula.

Con todo esto me encuentro con situaciones como, Charlas de Joyeros o Charlas de Diseñadores, que hablan de joyas con mucha pasión por su trabajo, pero se evidencia la falta de conocimientos de Gemología, como por ejemplo decir que montan "piedras semipreciosas, o hablan de "piedras duras preciosas y blandas semipreciosas". Esto demuestra la falta de formación en Gemología y lo que es más básico todavía, la falta de conocimiento de la Normativa CIBJO, que aunque no te la aprendas, por lo menos es necesario saber de su existencia.

Esta normativa es aplicable al comercio de Gemas de color, de Diamante y de Materiales orgánicos, y básicamente es como  un código ético de comportamiento a la hora de comerciar con joyas y gemas. CIBJO, no permite que hablemos de piedras preciosas y semi-preciosas, todas las piedras son preciosas. Por ejemplo, no puedes omitir la frases "tratado por difusión" cuando vendes un zafiro natural tratado, o "tratado con relleno de vidrio" cuando vendes un diamante o un rubí tratados.

Casos 'reales'

Hace unos días, nos viene una persona para certificar un diamante, nos dijo ser representante de joyería y que vendía "brillantería", que ya llevaba muchos años trabajando y que conoce el tema. Hablando con él nos contaba que compraba diamantes muy bien de precio y que ahora hay muchas ocasiones. Le pregunté que con qué porcentaje de descuento compraba por debajo de precio de Rapaport, y me preguntó, "¿eso que es?...

La semana pasada, nos llega una pareja con una piedra que habían encontrado en el baúl de los recuerdos, y en dos joyerías, nadie supo decirle que eso no era un diamante. ¡Esto es muy fuerte! Debería ser obligatorio ser gemólogo para tener una joyería.

Pueden acceder al artículo completo en la edición de Octubre del Periódico Gold&Time.