Un 'mapa' recientemente elaborado por el Departamento de Defensa de Estados Unidos la vasta riqueza mineral de Afganistán, que incluye un elevado volumen de piedras preciosas. De hecho, el Ministerio afgano de Minas, que se enumeraban las enormes reservas de cobre, oro, cobalto y litio, así como esmeraldas, rubíes, lapislázuli y hiddenita.
El país es también conocido por sus reservas de turmalina, aguamarina, espinela, granate, amatista, morganita y turquesa. El valor total de los recursos minerales se estima más de mil millones de dólares, según detallan desde la empresa gemológica israelí, Gemewizard.
Se espera que el desarrollo de la riqueza mineral de Afganistán proporcionará una alternativa viable para la que hasta ahora ha sido principal fuente de ingresos del país en moneda extranjera: el cultivo ilícito de la adormidera, componente esencial del opio y sus derivados.
Desde antes de Cristo
Pero los estadounidenses no son los primeros "intrusos" en desear la riqueza geológica del país. De hecho, se sabe que el lapislázuli ya se extraía en la provincia de Badakhshan, en el tercer milenio antes de Cristo. Y muestras de estas piedras fueron encontradas en tumbas de faraones y durante las excavaciones de Troya. Además, durante la ocupación soviética en Afganistán, a partir de 1979, los geólogos rusos 'mapearon' el país, destacando los depósitos de una gran variedad de piedras preciosas, así como minerales estratégicos.
No obstante, como explican desde Gemwizar, si bien el potencial gemológico del país es considerable, la tarea de desarrollar la explotación y comercialización resulta desalentadora. En la actualidad, las zonas de extracción de Kabul y Jalalabad son prácticamente inaccesibles para los extranjeros, debido a la fuerte presencia de los opositores talibanes.