Y es que El BCE rebajó a comienzos de ese mes la tasa de interés al 0,75% y su tasa de depósitos hasta el 0% para ayudar a abordar la crisis de la zona euro, que amenaza con arrastrar a la deteriorada economía de la UE a una recesión. Estas acciones arrastraron al euro a mínimos frente al dólar, que también se recuperaba contra el yen tras unos datos que mostraron que el sector privado de Estados Unidos creó más empleos de lo esperado durante junio.
El oro al contado cedía un 0,8%, a 1.601,20 dólares la onza. Mientras que un ambiente con bajas tasas de interés es a menudo un factor positivo para los precios del oro, la decisión del BCE había sido ampliamente esperada.
"Hubo compras toda la semana ante el rumor y ahora probablemente hay algunas tomas de ganancias tras el anuncio", según apunta el analista Robin Bhar de Societe Generale. El banco central de China recortó las tasas de interés por segunda vez en dos meses, en otro intento por apuntalar a su economía.