Este evento, de singular atractivo para los coleccionistas de relojes, y los amantes de la firma helvética, fue una celebración más del 40 aniversario del lanzamiento del primer modelo de esta emblemática colección. Se trata de la primera vez en la historia de Audemars Piguet que una subasta como esta se organiza en torno al legendario reloj Royal Oak, y se convirtió en la venta de piezas de este modelo más importante hasta la fecha.
Dentro de las piezas más destacadas de la subasta se encontraban un Royal Oak A series (1972, jumbo), número 88, los primeros modelos Royal Oak elaborados en tantalio y oro rosa de 18 quilates, ediciones especiales del Royal Oak como Sydney to Hobart (1998), y Alinghi edition (2003). También estuvieron disponibles modelos con complicaciones, como un Skeleton Royal Oak Perpetual Calendar (1997) y un Royal Oak Grand Complication totalmente engastado con 786 diamantes (2002).