Lo mismo ocurre con la colección de pendientes. Fabricados en cuarzo rutiladosobre plata envejecida, los diseñadores daneses añaden con maestría unas suaves hojas de oro blanco de 18 quilates para crear una colección innovadora.
Ole Lynggaard Copenhagen se estableció en 1963 como empresa joyera familiar. Tras acabar sus estudios de diseño en Alemania, Ole Lynggaard Copenhagen trabajó en París, Nueva York o San Francisco, hasta fundar su tienda-taller en ese año. Charlotte Lynggaard, su hija, siguió los pasos de su padre, entrando a la empresa en 1992 mientras que su hijo, Soren, asumió el mando de la empresa en 2003. La firma se caracteriza por seguir una línea clásica y elegante, basada en los paisajes escandinavos que rodean la manufactura.