La historia es curiosa en este sentido, puesto que un único relojero se personó en Los Angeles, con los treinta cronógrafos que servirían para dar fe de los tiempos de cada una de las pruebas deportivas. Han pasado ochenta años desde aquella experiencia, por lo que los próximos juegos tendrán un sabor especial para la firma. "Los preparativos de Omega para cronometrar los Juegos de Londres están ya muy avanzados. A fin de responder a las crecientes necesidades de datos y estadísticas oficiales, el equipo Omega de cronometraje deportivo se ha ampliado, al contratar un número considerable de profesionales en procesamiento de datos", se asegura desde la marca.
Nada menos que 400 toneladas serán transportada a Londres, serán empleados 180 kilómetros de cable y trabajarán en total 450 cronometradores, junto a 850 voluntarios. La historia de Omega está llena de momentos históricos vinculados a esta función, entre ellas destaca la presentación de la cámara photofinish, apodada “Magic Eye”, precisamente en Gran Bretaña en 1948. El Omegascope o el Scan-O-Vision son dos muestras más de la perfección perseguida por la empresa relojera para ofrecer la máxima fiabilidad en tan trascendente evento.