Considerado por unanimidad como el gran termómetro de industria relojera y joyera, Baselworld ha vuelto a recobrar este año su interesante papel dinamizador capaz de generar nuevos contactos profesionales entre visitantes y expositores. Si bien en los dos años anteriores, la inestable situación económica predominó en el clima del gran evento mundial, la de 2012 ha sido una edición caracterizada por el optimismo de cara a la recuperación sectorial.
Ahora el próximo reto queda emplazado para el día 25 de abril de 2013, fecha en la que, según Sylvie Ritter, Managing Director de la feria, "una nueva era amanecerá para la industria global de relojería y joyería".
Y es que, a partir de abril de este año, comenzará la segunda y la principal fase de construcción con la demolición de la antigua entrada principal y del pabellón número 3, así como la conclusión del complejo de tres plantas.
De este modo, en la primera planta habrá un pabellón continuo de unos 420 metros de largo. Con este nuevo complejo la superficie bruta de exposición será de 141.000 metros cuadrados. La importante modernización del recinto ferial ha supuesto una inversión cercana a los 430 millones de francos suizos (más de 354 millones de euros).