Se estabiliza el precio del oro, y hay alguna presión alcista a la espera de relajación monetaria de la Fed

Vuelve el fixing a rozar los 1.800 dólares/onza, lo que además se agravó con otro pequeño retroceso del euro, que volvió al entorno de los 1,37 dólares. Los vaivenes y oscilaciones son constantes, y noticias como la rebaja del rating de Italia por Standard & Poors no ayudan precisamente a estabilizar los mercados. La última influencia vino de Estados Unidos, con los rumores d e que la Fed prepara una acción monetaria estimuladora del crecimiento y los mercados, lo que, dicho en román paladino, quiere decir, recorte en los tipos de interés y depreciación del dólar. Ante esta posibilidad, es evidente que los operadores de los mercados buscarán otros productos más rentables y/o seguros, y entre ellos las commodities o materias primas son las primeras. De entre ellas vuelven a destacar el petróleo, aunque más fácilmente controlable, y el oro, que, además de ser una commodity financiera, es decir un producto idóneo para la especulación, se enfrenta al último trimestre del año, en el cual su demanda como materia prima real, física y tangible, aumenta siempre debido a las festividades hindúes y cristianas, fundamentalmente que suelen ir acompañadas, sobre todo las primeras, de mayores compras de joyería como regalo. Así pues, la cotización a futuros no muy lejanos, como diciembre, volvió a tender al alza y acercarse a los 1.820 dólares/onza y es muy probable que se continúe en esa misma línea, salvo sorpresas nunca descartables del lado político, claro. Por parte europea, una nueva oscilación del euro que ha levado al cambio del día 20 de nuevo a los 1,37 dólares, agrava un poco más la situación, y de nuevo se rozan los 45 euros/gramo, fácilmente rebasables en cualquier momento.

Fuente: Sempsa JP