La tendencia alcista del oro y otros metales preciosos se ha extendido a las gemas, y no sólo a los diamantes. Rubíes, zafiros y esmeraldas han visto incrementarse sus precios en proporciones importantes, que alcanzan hasta el doble en las calidades superiores, provocando la recesión de sus importaciones en España.
Según la Asociación Americana de Comerciantes de Gemas (AGTA) los precios al mayor de piedras de color en el mercado americano —y por extensión en todo el mercado internacional— han sufrido un fuerte incremento desde 2009 hasta la fecha. Los zafiros de más alta gama, que en 2009 podían cotizarse sobre los 65-80.000 dólares por quilate, no se comercializan en la actualidad por menos de 150.000. Las esmeraldas de origen africano de alta calidad adquieren un precio en torno a un 65% por encima del que mostraban a finales de 2010, e incluso las de calidad media se cotizan en torno a un 25-30% más que en tal fecha. En el caso del rubí, las restricciones al comercio de los de origen birmano han provocado también una gran escasez y la corespondiente presión alcista en los precios. A todo ello se une la presión compradora oriental, especialmente de China que está ofreciendo una media de un 15-20% más que otros mercados. La presión se está empezando a trasalar a otras piedras, como la rubelita o la espinela roja o la tanzanita, como sustitutivas de las grandes gemas.