Hardeman es la directora del Servicio Instrumental de Política Exterior (FPI) de la Unión (algo así como una secretaría de estado), que gestiona la diplomacia de la Unión Europea, y lleva más de 20 años en cargos de diversa responsabilidad en Bruselas.
Aunque la responsable política del Proceso Kimberley será la Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini, el cargo ejecutivo recae sobre Hardeman, que tendrá ante sí algunos de
los retos más graves a los que se enfrenta el Proceso Kimberley desde su creación en 2003.