Son cuatro puntos de subida entre enero y marzo y otros cinco entre abril y junio, por lo que se acelera el ritmo de crecimiento de la confianza a medida que transcurre el año. Este dato, además, acerca a España a la media europea situada en 79 puntos, tal como indica el último Estudio Global de Confianza de los Consumidores, elaborado por la consultora Nielsen.
España se desmarca así del resto de economías periféricas, como Portugal, Italia y Grecia, donde la confianza oscila entre los 53 y los 57 puntos, destacando por llamativa la caída de 12 puntos de la confianza griega con respecto al primer trimestre del año, en plena crisis del gobierno heleno y la Troika europea sobre la deuda a pagar por Grecia.
Menos inquietud laboral
En esta mejora de la confianza del consumidor, la seguridad o estabilidad en el empleo es la clave. En el caso de España, y con un paro en torno al 22%, la percepción de que la situación laboral está mejorando empieza a crecer. Un estado de opinión refrendado por las buenas perspectivas que organismos internacionales como la OCDE prevén para nuestro país.
De momento, los españoles encuestados en este segundo trimestre del año ven los próximos doce meses con mejores perspectivas laborales que en los primeros compases de 2015. Así, el 22% califica de buena su situación laboral a corto plazo (18% opinaba así en el primer trimestre), mientras que los que ven negro el horizonte se reducen del 32% al 29%.
Sin embargo, la opinión mayoritaria sobre el futuro laboral, la del 44% de los encuestados, se sitúa en un término medio, ni tan bueno ni tan malo.