Los metales preciosos reinician una suave tendencia alcista, apoyados además por la firmeza del dólar

Grecia sigue siendo el gran problema y las expectativas de su posible quiebra, hasta ahora mal que bien sujeta por el BCE uno d e los principales factores de debilidad del euro y de fortaleza del oro. A ello se unen los rumores sobre un próximo recorte del tipo de intervención del BCE que bajará hasta el 1,5% en un intento de reanimar las renqueantes economías europeas, que lo que hace es forzar una mayor debilidad del euro, el cual día tras día sigue perdiendo terreno con el dólar, y, por ello, viendo cómo el oro se encarece.

La crisis griega, y su posible extensión a otros países como España, o incluso a parte del núcleo fundador europeo, como Italia o Bélgica, es una permanente espada de Damocles sobre el euro que aleja a los inversores de esta moneda, máxime habida cuenta de la difícil situación de sus economías que no acaban de recuperar el ritmo.

Por otro lado, la fuerte baja del precio del oro en septiembre, un 20% si la medimos en dólares, está actuando también como freno, al pensar muchos posibles inversores que si ha pasado una vez puede pasar otra y por tanto, se retraen de volver a invertir en oro por ahora.

Por otro lado, la demanda no especulativa, la real, la física parece empezar a reactivarse en mercados como China, India o Turquía. Este último país, el tercer consumidor mundial tras India y China, importó nada menos que 18,23 toneladas de oro en septiembre, el valor más alto de los últimos tres años, poniendo de manifiesto el regreso de la demanda industrial, más allá de una especulación ahora momentánemente al margen del mercado.

La plata siguió fielmente el camino del oro, con un alza del 3,09%, después de la fuerte caída del 28% en septiembre, la mayor ocurrida en un sólo mes desde los primeros años ochenta.

Platino y paladio por su parte volvieron a perder en su precio en dólares, al bajar un 0,8 y 0,9% respectivamente.

Fuente: Sempsa JP