La obra de Fili Plaza se caracteriza por su gran componente escultórico. La autora salmantino-barcelonesa, en efecto, aporta la visión del escultor y la transforma en joyería, unas joyas de rotundos volúmenes en las que la sombra escultórica siempre está presetne. Hasta el punto de muchas de sus colecciones se realizan en un material escultórico por excelencia como es el bronce, lo que le permtie además interesantes juegos cromáticos, combinado pulidos y oxidados. Esta tendencia se traslada a sus propios establecimientos, en los que la realidad arquitectónica se impone, con la presencia esporádica del ladrillo original de la construcción, como una escultura arquitectónica que alberga y acoge las esculturas propiamente dichas, los complementos como cinturones, que también integran su obra, y las joyas-esculturas que ahora componen lo más significativo de la misma.
Situada en la calle Provenza, a un paso del Paseo de Gracia y de la mítrica Pedrera de Gaudí reflejar al genio de Reus, con sus formas orgánicas y rotundas. Los "guerreros-chimeneas" de la Pedrera parecen encontran sus alter egos en los torsos poderosos de los bronces de Fili Plaza que encuentra en este nuevo establecimiento el marco ideal para desplegar toda la magia de su creatividad y ofrecérsela a los amantes de la belleza.