Si Schmuck es el evento de referencia en Europa para la joyería contemporánea, tengo pocas dudas de que Inhorgenta lo es para los restantes segmentos del sector, incluyendo la joya de autor… con la salvedad de la alta joyería que, evidentemente, cuenta con Baselworld como referente.
Del 20 al 23 de febrero tuvo lugar la 42ª edición de Inhorgenta en su enclave habitual: el espectacular recinto ferial de la ciudad. Según lo previsto, mi visita se centró en el pabellón C2, dedicado al Diseño Contemporáneo, en el que tradicionalmente se concentran los expositores dedicados a la joyería de vanguardia (es decir, aquella que difícilmente tendría cabida en los canales de distribución de la joyería tradicional).
Desde diseñadores noveles hasta grandes nombres (como Angela Hübel, por poner un ejemplo concreto). Este pabellón acoge, además, los stands de numerosas escuelas, iniciativas como el Trendforum y el Inspiration Lab, con especial énfasis en el proceso de digitalización que está transformando al sector de cabo a rabo.
Una cita que merece la pena
¿Merece la pena visitar Inhorgenta? Sí, desde mi punto de vista. Una feria de este calibre es una apuesta segura para tomar el pulso al sector, disfrutar de una cuidada programación paralela (conferencias, presentaciones de productos, etc.), indagar acerca de las tendencias venideras (aunque la idiosincrasia de la joya de autor la mantiene bastante al margen de los vaivenes de la moda), intercambiar impresiones con los compatriotas presentes (en mi caso con mención especial para los gallegos), hacer acopio de materiales selectos (pensemos en gemas que han sido talladas por maestros lapidarios como Tom Munstainer), etc.
Además, asistir flanqueado por mi compañera en la firma Decimononic, Irene López, y por el también miembro de la Asociación Joyas de Autor Jaime Moreno ha sido ideal, tanto para poder poder valorar el interés de futuras participaciones en este evento como para compartir información de interés con los demás asociados.
La larga travesía
Es cierto que Inhorgenta no ha permanecido inmune a la larga travesía del desierto que está padeciendo el sector y esta edición se ha cerrado con una menor afluencia de expositores y visitantes que la precedente.
También es cierto que el potencial del evento no es el mismo para todos los expositores, ya que su diversidad es fiel reflejo de la existente en el sector. No obstante, el nivel de satisfacción de los participantes es, edición tras edición, elevadísimo… de no ser así no se confirmarían las reservas de espacios para la siguiente edición nada más cerrar el evento.
Eso sí, hay que tener muy presente que el mercado alemán es muy exigente, especialmente con los expositores noveles. Tratar de hacerse hueco en un nuevo mercado es siempre una apuesta a largo plazo.
Inhorgenta es un evento amigable, cuidado con esmero, con detalles como la after work party de cierre de jornada, estudiado con precisión germánica y el saber hacer que da la experiencia para que todos los agentes implicados dispongan de los recursos para sacarle todo el partido posible (abundantes puntos de información, conexión wi-fi gratuita, agenda de reuniones, etc.). Para mí es una cita imprescindible, ¿y para ti?
José Francisco Alfaya es diseñador y miembro de Joyas de Autor.
