Se trata de una selección de iconos con una estética singular para expresar el amor y el apego de la forma más preciosa. Y es que con la llegada de la primavera, se aproxima un día significativo: el Día de la Madre. Un momento perfecto para honrar a aquella figura que nos dio la vida a través de las joyas de Dinh Van.
Desde su nacimiento en 1965, Dinh Van ha sido fiel testigo de los vínculos más profundos y los momentos más memorables. Su arte trasciende el tiempo y el espacio, capturando la esencia de la elegancia y la simplicidad. Cada colección es un poema visual, un canto a la pureza y a la armonía que resuena en los corazones.
La colección Pulse presenta novedades únicas, donde las líneas gráficas del oro se combinan con el aura vibrante de los diamantes, dispuestos en cadencia y simbolizando las pulsaciones. Un latido de lujo en piezas que brillan con luz propia, como lo hace una madre.
Collares, pulseras y anillos convertidos en testimonios de la belleza, la artesanía excepcional y el diseño armónico. Piezas diseñadas meticulosamente para realzar la feminidad y la confianza de quien las lleva, de líneas esculturales, proporciones singulares y estructuras audaces que revelan la fuerza interior de la mujer.