Los virus y el mal enfoque empresarial acaban con la firma Álex & Ani

La firma Álex & Any, una empresa norteamericana prototipo del sueño americano, acaba de anunciar su bancarrota tocada por el coronavirus, un virus informático y una trayectoria financiera convulsa en los últimos años. Es esta una firma muy conocida, basada en la joyería con abalorios de vocación New Age y el ecologismo por bandera, que incluso en 2016 sacó al mercado joyería elaborada con cobre procedente de la Estatua de la Libertad.

De fundarse en un pequeño taller de New Hampsfire (EE.UU) en 2024 llegó a facturar 500 millones de dólares en 2015, la empresa inició en 2010 una carrera meteórica que la llevó a anunciarse en 2013 en la final de la Super Bowl americana, un evento reservado a unas pocas firmas y por el que pagó más de 2 millones de dólares.

El negocio subió como la espuma (incluso su propia web se colapsó tras el anuncio) y convirtió a su propietaria en la 17ª nueva fortuna de Estados Unidos, según la lista Forbes.

Pero las distensiones entre la presidenta-fundadora y su consejero delegado, unida a una política empresarial en la que dejó de vender en tiendas multimarca (más de 1.800 sólo en EE.UU) para enfocarse en establecimientos propios fueron acrecentando las deudas y el recorte en la facturación, que la llevó a empeñarse para seguir creciendo.

Y en 2019 la compañía era ya propiedad de los bancos y los fondos de inversión, que empujaron la salida de su fundadora nombrando a un nuevo director general, que procedía de su ‘archienemigo’ Pandora, y que inició el proceso de reestructuración. Pero no contaban con los virus.

En febrero de 2020 tanto la central de ventas como sus sistemas internos cayeron víctima de un virus informático que obligaron a detener la actividad durante meses. Y entretanto llegó el coronavirus, que asestó el golpe final obligando a cerrar la mayoría de sus tiendas, despedir al 80% de su plantilla e incumplir sus obligaciones con los bancos.



Sus propietarios buscan ahora comprador para intentar reflotar la marca



Ahora buscan comprador y se han acogido al Capítulo 11 de Protección por Bancarrota en Estados Unidos, una fórmula similar a la Suspensión de Pagos en España.