La marca comercializa sus piezas únicas y colecciones en dos líneas claramente diferenciadas. Una de corte formal y minimalista enfocada al mercado nupcial y elaborada con diamantes incoloros y oro blanco de 18 quilates; y otra de carácter más creativo dirigida especialmente al público millennial.
Es en estas colecciones donde la diseñadora emplea una variedad más amplia de recursos y utiliza plata con baños de oro en diferentes colores, así como piedras como diamantes incoloros, negros y de color, junto a otras gemas como amatistas, turmalinas, zafiros o morganitas.
Entre las piezas más curiosas de la marca destacan sus ‘Meninas’: pequeños colgantes que reproducen las imperecederas figuras de Velázquez y que están elaboradas en plata, engastadas con tres diamantes naturales de color (tratados).
¿Y porqué esta mezcla entre joyas en plata y diamantes?
Aunque no se trata de una propuesta nueva –ya la emplean o han usado marcas como Aristocrazy, Tiffany, Arleys, Michael Kors o, más recientemente LightBox– la autora nos explica que “el sector necesita evolucionar, experimentar y ofrecer a un target sediento de experiencias un producto innovador”.
“La plata conecta con los jóvenes millennial y los diamantes no necesitan presentación. El resultado es una pieza que nace con la impronta de elemento de lujo pero adaptada a la generación joven” asegura Domínguez.
Más información sobre la marca: www.condedediamante.com