Y eso solamente son las cifras de las que se tiene constancia, puesto que no todas incidencias están contabilizadas en los informes que los diferentes cuerpos de Seguridad del Estado proporcionan de forma periódica a la Asociación Española de Joyeros, a los que ha tenido acceso este Periódico.
Concretamente, el periodo registrado abarca desde la segunda quincena de abril hasta finales del pasado mes de mayo. Según estas mismas fuentes la mayor parte de los delitos registrados son hurtos al descuido, aunque también destacan la práctica de butrones, el forzado de puertas o rotura de escaparates y, en menor medida, los atracos con violencia.
Asimismo, la mayoría de esas 23 incidencias se produjero en las grandes capitales de provincia pero tampoco están exentas localidades menores como pueden ser Lucena, en Córdoba; Paterna, en Valencia; o San Bartolomé de Tirajana, en Gran Canaria, que han sufrido en este tiempo los efectos de este goteo silencioso que no acapara las portadas de los grandes medios.
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