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El IGE neutraliza la venta de dos diamantes fraudulentos

Este caso muestra la importancia de llevar a analizar un diamante (de tamaño, color, claridad.. y precio más que considerables) a un laboratorio de prestigio antes de efectuar la compra

viernes 16 de marzo de 2018, 07:00h
Imagen 1. Inscripción láser falsa en uno de los diamantes (peso 2+ ct, los números centrales de la inscripción borrados para esta publicación).
Imagen 2. Huellas de un intento fallido de inscripción, con el mismo número, en otra zona del filetín del mismo diamante.
Imagen 3. Ejemplo de una inscripción láser del GIA auténtica, en otro diamante natural sin tratamientos.
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Imagen 1. Inscripción láser falsa en uno de los diamantes (peso 2+ ct, los números centrales de la inscripción borrados para esta publicación). Imagen 2. Huellas de un intento fallido de inscripción, con el mismo número, en otra zona del filetín del mismo diamante. Imagen 3. Ejemplo de una inscripción láser del GIA auténtica, en otro diamante natural sin tratamientos.

El laboratorio gemológico que dirige Egor Gavrilenko ha conseguido frenar el intento de fraude con dos diamantes que un cliente llevó a analizar al Instituto Gemológico Español, ante la sospecha de que las piedras que pretendían venderle no respondían a las características que mostraban sus certificados.

Los diamantes en cuestión tenían un peso de algo más de 2 y 3 quilates respectivamente; ambos de color D y claridad FL, además de talla Excelente según el certificado emitido por GIA.

Sin embargo, los primeros análisis efectuados en el IGE diferían notablemente con los parámetros que mostraban los documentos del Instituto Gemológico de América:

  • Diferencias en las medidas de las piedras, tanto en el diámetro como en la altura, de hasta 0,05 mm.
  • Diferencias en las proporciones y calidad de la talla: Altura de la corona en un diamante; profundidad de la culata, espesor del filetín y calidad del pulido en el otro.
  • Diferencias en la graduación del color y pureza: En vez de D-FL para ambos diamantes, presentaban características D-VVS y F-IF.

Otros signos que llamaron la atención al laboratorio del IGE tenían que ver con el aspecto de los certificados. Elementos habituales de seguridad --como el holograma o el tipo de fuentes empleadas-- no correspondían a los empleados normalmente por el GIA. Y por añadidura, también las inscripciones con láser en el filetín de los diamantes tenían un aspecto diferente a las que utilizan en el laboratorio norteamericano.

Los análisis en profundidad realizados posteriormente con las herramientas avanzadas del laboratorio gemológico del IGE (DiamondView, espectroscopía de fluorescencia, FTIR, UV-Vis-NIR, Raman y Fotoluminiscencia a temperatura ambiental y enfriando los diamantes con nitrógeno líquido) arrojaron la luz definitiva: Se trataba de piedras naturales, si, pero nada tenían que ver con los certificados que acompañaban y además habían sido sometidas a un tratamiento por HTHP (alta presión y temperatura) para mejorar su calidad.

Un método recurrente

Se trata de un fraude que no es frecuente pero sí suele aparecer de forma recurrente en los laboratorios internacionales. Los falsificadores pretenden hacer pasar diamantes naturales tratados, o directamente sintéticos, como si fuesen naturales, y para ello realizan falsos duplicados de certificados reales, e incluso graban los números de serie en el filetín de los diamantes para dar veracidad.

Para que el fraude sea más difícil de detectar mediante un análisis gemológico tradicional emplean siempre piedras de gran calidad, sin inclusiones, ya que estas son imposibles de reproducir.

Y es que la variación en un grado de la claridad o el color de los diamantes puede suponer miles de euros de diferencia cuando hablamos de gemas de gran pureza y tamaño considerable. Frente a cualquier tipo de duda, desde el IGE recomiendan “recurrir a laboratorios especializados para confirmar la naturaleza del diamante y su correspondencia con el certificado al que hace la referencia la inscripción.”

Acceda al informe completo del IGE a través de este enlace.