Batallas

Nos reímos mucho con la sarta de disparates que contenía el texto. En el boletín del Instituto poco después se recogía junto a un magnífico artículo de Luis Sarmiento tratando el asunto otro de Javier con un análisis pormenorizado de cada párrafo del decreto con puntualizaciones afinadísimas. El número 27 de marzo del 86, por si a alguno le interesa.

Después de treinta años si alguien pensaba que se iba a imponer la rigurosidad en el uso de términos gemológicos tanto en el comercio como en los textos oficiales estaba muy equivocado.

Es batalla perdida tratar de cambiar el lenguaje de la calle. Si un autor del prestigio de Julián Marías, que además es Académico de la Lengua desde su tribuna de El País no logra poner sensatez en algunos usos incorrectos poco podemos hacer los profesionales en nuestro campo desde el púlpito del mostrador o despacho. Porque los profesionales de la joyería además tenemos que lidiar con las grandes marcas que apoyadas por campañas de marketing llevarán al consumidor a su terreno.

Lo que sale en la tele es ley, lo que se ve escrito en un escaparate lujoso adquiere rango de indiscutible. Ya tenemos un sustituto para evitar llamar sintéticos a los diamantes sintéticos, ahora se impondrá el término “created” y cuando tratemos de explicárselo al cliente nos mirará con desconfianza creyendo que le contamos una milonga para venderle algo más caro. Todo dependerá del calado de la campaña.

Si les queda alguna duda de lo difícil que es cambiar un concepto arraigado no tienen más que meter en Google el término “piedras semipreciosas” y verán: 450.000 entradas. A ver quién me explica cómo variamos eso.

Enrique Orozco es socio de la Asociación Española de Tasadores de Alhajas (AETA) y vocal de Comunicación