El 14 de mayo concluyó una de las subastas relojeras del año en la casa Sotheby’s de Ginebra en la que el protagonista fue sin duda la falta de tino en las estimaciones de precio iniciales. Algunas, como en el caso de un Tag Heuer, se multiplicaron por 20 debido al interés suscitado entre los compradores. En total la subasta cosechó 3,6 millones de euros.
Uno de los protagonistas del día fue un reloj de bolsillo extremadamente raro, de Patek Philippe, que superó su estimación incial (343.000 euros) hasta alcanzar los 427.000. Se le considera uno de los dos modelos de referencia en su género. Hecho en 1973 cuenta con caja de oro blanco, repetición de minutos y calendario perpetuo con fases lunares.
También de la misma marca se vendió por mucho más de lo estimado un modelo de acero inoxidable en color negro y números Breguet en oro rosa. El mecanismo partía entre los 18.000 y los 36.000 euros, pero acabó vendido por 297.000.
Pero sin duda el gran protagonista fue un Tag Heuer Carrera de 1972, que el propio presidente de la marca regaló al piloto de Fórmula 1 Ronnie Peterson tras la firma de un acuerdo de patrocinio.
Al menos seis apasionados coleccionistas pujaron por él durante casi un cuarto de hora hasta acabar vendiéndose por 204.000 euros. Lo más llamativo es que el precio de salida estaba pactado en sólo 9.000 euros.
Otro de los modelos más interesantes presentados fue un Vacheron Constantin de mesa estilo Art Decó, fabricado en 1926 en colaboración con la casa joyera parisina Verger Frères. La pieza se quituplicó las estimaciones y acabó vendiéndose por 389.100 euros.
Puede acceder a los resultados completos de la subasta, a través este enlace.
