Asquerosa

Resulta curioso que el primitivo nombre dado por los romanos fuera el de Aqua Rosae por la abundancia de agua y rosas. De ahí pasó a Acuerosa y luego derivara en Asquerosa. En esta localidad tuvo una casa la familia García Lorca, convertida hoy en museo. Allí pasó Federico varias temporadas, escribió sus primeros poemas de juventud y se inspiró para la creación una de sus mejores obras: la Casa de Bernarda Alba.

Nunca hay que dejarse llevar por las apariencias ni hacer juicios de valor y menos en nuestro oficio. La joyería o relojería más humilde, la más pequeña, una de esas llamadas de portalillo, merece el mismo respeto que la firma más glamurosa, las que aparecen en los fotocall con personaje famoso y tumulto de prensa. Porque detrás de un pequeño mostrador puede haber un profesional como la copa de un pino. Todo tasador sabe que el estuche no tiene que condicionar la valoración del contenido.

Como tampoco el aspecto físico, ni la impresión que percibimos a primera vista tiene nada que ver con la ética de la persona. Un viejo joyero me aconsejó una vez que no me fiara del comprador bien trajeado, oliendo a perfume caro que cuando le pones la factura por delante saca un talonario de cheques y una pluma carísima, dando por sentado que te tienes que fiar de el.

Es preferible hacer negocios con un parroquiano que en nada llama la atención pero que cuando llega la hora de retratarse echa mano a la de Ubrique y aparece un fajo de billetes sujetos por una gomita.

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Enrique Orozco es gemólogo y vocal de Comunicación de la Asociación Española de Tasadores de Alhajas (AETA)