Y lo cierto es que, desde que estamos surcando el proceloso mar de la crisis, sometidos a tormentas de penuria económica, galernas de falta de ventas y huracanes racheados de impagos de clientes y reclamaciones de proveedores, nuestra travesía se ha venido haciendo, día a día, más ardua.
Hasta el punto de que ya han quedado atrás muchos de nuestros compañeros de singladura, abocados al cierre de sus empresas o, lo que tiene un componente personal aún más doloroso, de sus negocios familiares, y las ilusiones nacidas hace muchos años.
Sin embargo hoy, en este mes de Marzo de 2015, se empiezan a escuchas voces hermosas, que nos prometen que la crisis está quedando atrás y que se avecinan tiempos más bonancibles; cánticos de políticos que nos auguran que si les mantenemos en los cargos (o que si cambiamos a los que están, por ellos mismos, que seguro lo harán mucho mejor), todo va a pintar de color de rosa, y las rachas de crudo Poniente se van a tornar en suaves céfiros que henchirán las velas de las embarcaciones de nuestros negocios, y las impulsarán hacie el éxito.
Pero ¡casi se me olvida! Resulta que estamos en año de Elecciones (muchas, muchas elecciones, autonómicas y estatales). Y que quienes nos cantan con tan hermosas voces y sugestivas letras son, desgraciadamente, los mismos que, desde uno u otro lado del abanico político, nos han traído a estas desoladas costas y solo tratan de atraernos para que nos pongamos en mayores peligros con tal de seguir medrando ellos. ¡Malditas Sirenas!
Fernando Yandiola es abogado y director de Yandiola & Rodríguez, Asesores Empresariales, S.L.