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Laura Márquez y la colombiana Mina de Piedras 'reinventan' la joyería con esmeraldas

Todo se inició tras descubrir un prisma hexagonal de esta gema, perfecto desde el punto de vista cristalográfico

jueves 29 de octubre de 2015, 11:35h

La empresa colombiana Mina de Piedras ha colaborado con la creadora Laura Márquez para dar forma al colgante Abi. Se trata de una pieza de oro de 18 quilates con una esmeralda de 103 quilates, acompañada de 195 diamantes. Pero más allá de su valor gemológico y estético, otro de sus mayores atractivos es su intenso simbolismo.

Laura Márquez y la colombiana Mina de Piedras 'reinventan' la joyería con esmeraldas

Como explica el responsable de la firma que extrae y comercializa estas gemas, el ingeniero Hernán Ramirez, "cuando pensamos en esmeraldas de Colombia siempre se nos viene a la mente su belleza, calidad o importancia, pero poco conocemos sobre sus orígenes ya no solo geográficos sino  también históricos y culturales". Algunas de las claves para comprender el significado de la pieza son:

La esmeralda
En sintonía con el pensamiento de los muzos que cohabitaban cuidando
la extensa riqueza natural que les regalo su dios “Are”, se opta por grabar en la cara superior del prisma, un labrado floral evocando las más de 300 variedades de la zona y como colofón se genera una sensación de estar flotando sobre agua, evocando el rio minero donde se lava la tierra en busca de esmeraldas.



El diseño de la Joya
Tomando como fuentes de inspiración elementos de la zona minera de Muzo como sus montañas, fauna, flora y los múltiples nacimientos de agua presentes en el entorno, se elaboran arcos que representan la caída de agua de una cascada con texturas que describen el movimiento del agua con la esmeralda como fondo representando la montaña. 

El simbolismo
Abi busca dar a conocer y mantener viva la imagen del pueblo que fue guardián de la esmeralda y su entorno. Para los Muzos su mundo se centraba en la esmeralda, la veneraban y cuidaban sus montañas fértiles en gemas, porque entendían que su conexión con la naturaleza era la forma de agradecer al dios “Are” por sus regalos y protección.

El Nombre
En el lenguaje de los Muzos “Abipi” era el nombre dado a la montaña donde encontraban esmeraldas. Si descomponemos la palabra y la llevamos al castellano encontraríamos que “Abi” significa grande y “Pi” es un sufijo que da en conjunto a la expresión “Abipi” el significado de “Grande Soy”. Dado que la esmeralda es una parte de la montaña y que “Abi” es una parte de “Abipi”, la esmeralda fue bautizada con el nombre de “Abi”.

La pieza puede verse expuesta en la galería Laura Márquez, C/ Lagasca 33. Madrid.