una sencilla búsqueda a través de Internet proporciona casi un millón de resultados relacionados a partir del término ‘joyería online’, y ya son numerosas las firmas ‘nacidas’ expresamente en el mundo digital. De hecho, en algunos casos la noticia radica en que estas empresas nacidas en la Red, dediquen una jornada a la venta física, como recogía recientemente el diario digital de www.Gold andTime.com.
A raíz de este boom de la comercialización online son numerosos los estudios, encuestas y foros dedicados a este canal y, como denominador común, todos coinciden en el constante crecimiento que viene experimentando, sobre todo, en los últimos cinco años. Según el estudio de una firma dedicada al consumo femenino de artículos de lujo, la joyería y la bisutería ocupan el segundo lugar entre las preferencias de las compradoras a través de Internet, con un 37%.
Y este es tan sólo uno de los múltiples ejemplos. Pero resulta significativo que, pese a este aumento constante en las ventas, exista un obstáculo que continúa sin convencer a la mayoría de compradores online: el pago a través de Internet.
En un sondeo elaborado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), más de la mitad de los potenciales compradores en España afirman sentirse "inseguros" para efectuar pagos online con su tarjeta de crédito. El dato positivo son las amplias posibilidades ––y las facilidades–– que también se ofrecen a la hora de materializar las compras.
Los establecimientos tradicionales, como los puramente online, tienen la responsabilidad con sus clientes de ofrecer sus productos como lo han hecho siempre: con profesionalidad, honestidad y servicio postventa. Pero, sin duda, son los medios de pago quienes deben asegurar que las transacciones sean verdaderamente de confianza. Y ese es el mayor reto que la venta de joyería a través de Internet tiene por delante.
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