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PEDRO IZQUIERDO | RELOJERO Y FUNDADOR DEL CENTRO RELOJERO EN MADRID

‘La crisis y el bajo coste están haciendo desaparecer a la mayoría de talleres’ 

‘Antes la relojería se salvaba con las pequeñas reparaciones pero hoy la mayoría sólo aguanta por cobrar la jubilación’

jueves 29 de octubre de 2015, 11:35h
Pedro Izquierdo, con dos de sus creaciones propias.
Pedro Izquierdo, con dos de sus creaciones propias.

Es uno de los 'primeros espadas' de la relojería de nuestro país y sus clientes se cuentan a millares, por todos los rincones del globo. Maestro de relojeros, a Pedro Izquierdo le preocupa que desaparezca en España una profesión como esta y por eso hace diez años creó su Centro Relojero en Madrid.

¿Porqué no existe en España a día de hoy una verdadera formación relojera reglada?
Eso habría que preguntárselo a las Administraciones, y ese ha sido parte del motivo para que hace diez años pusiera en marcha el Centro Relojero, para que no se pierda un oficio tan mágico como este. Aquí se les da una enseñanza básica a los alumnos para que luego, quien quiera y pueda, tenga la oportunidad de ampliar su formación en Suiza; aunque eso no quiere decir que de aquí no salgan alumnos preparados para trabajar directamente en manufacturas suizas, alemanas, o de cualquier otro país.

¿Ha cambiado la crisis el tipo de alumno que solía acudir a formarse al Centro?
La mayoría son jóvenes menores de 30 años y sí, la crisis ha provocado que muchos de ellos hayan regresado a la relojería por tradición familiar. En su momento estudiaron otras carreras, como arquitectura o ingenierías, y ahora se están reciclando para continuar con el negocio de sus padres, como una nueva oportunidad laboral.

Cambiando de tema, uno de los ‘caballos de batalla’ del Sector es la dificultad para conseguir suministros de las grandes marcas. ¿Cómo lidia con este handicap?
Hace ya unos 30 años, a la par del nacimiento de GOLD&TIME, creé el primer grupo profesional de reparadores que llegó a contar con cerca de 300 miembros y esa era una de nuestras demandas. Sin embargo, hoy en día eso no vale de cara a las grandes marcas. Y aunque vayas a Estrasburgo y les pongas una demanda, puede que sí, que finalmente te sirvan, pero será con la demora que quieran y al precio que estimen. 

Comenta que la relojería ya no es lo que era, ¿en qué más aspectos ha cambiado?
Está el otro tipo de relojería, la de cuarzo, de una media de 50 euros, que te va a durar cuatro años y cuando la llevas al taller ya no es válida para reparar porque te cuesta más que comprar otro reloj nuevo. La relojería siempre se ha salvado porque vendía un conjunto de cosas (fornituras, pilas, joyería...etc) pero a día de hoy muchos establecimientos sólo siguen abiertos, aunque estén perdiendo dinero, porque se aguanta hasta poder cobrar la jubilación.

Dibuja un panorama ciertamente negro para el reparador.
Es lo que se está viendo. Relojerías nuevas sólo aparecen las boutiques, de grandes marcas, o incluso las que venden multimarca de relojes de 'bajo coste', pero el resto está condenado al fracaso. Con la crisis y el auge del 'bajo coste' ha desaparecido el cliente medio y la gran mayoría de reparadores también lo hará. Antes se podía arreglar casi todo, pero ahora no hay piezas, ahora compras la máquina entera. Igual que no prácticamente ya no hay ajustadores, fresadores, torneros...

*La entrevista completa está disponible en la Edición de Abril del Periódico GOLD&TIME.