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La minería artesanal de Malawi busca fórmulas para mejorar la productividad y el beneficio en la industria del cuarzo rosa

Los productores del país sudafricano obtienen 1,5 dólares tonelada mientras en EE.UU se vende por más de 17.000

jueves 29 de octubre de 2015, 11:35h

Cerca de la ciudad de Mzimba, al norte de Malawi, hay un vasto cráter excavado a mano con herramientas rudimentarias. Los mineros ganan 1,5 dólares al día por 'recortar' el cuarzo rosa de 'sol a sol' y viven durante meses en campamentos improvisados hechos con ramas y plástico. Sin saneamiento. Pese a todo, la mina es un ejemplo del tipo de empresa que puede ayudar a reducir los altos índices de pobreza del país africano.

La minería artesanal de Malawi busca fórmulas para mejorar la productividad y el beneficio en la industria del cuarzo rosa

En estas minas, la mayoría artesanales, un equipo de cuatro hombres ocupa seis meses para extraer unas 28 toneladas de cuarzo rosa, que se vende por alrededor de 10.000 kwachas (30 dólares) por tonelada, según la agencia de noticias IRIN, que trabaja para la ONU a través de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios.

Unos precios irrisorios por tonelada, ya que en algunos portales de compraventa de gemas de Estados Unidos se ofrece menos de medio kilo por 8,95 dólares, portes incluidos. La tonelada sale a unos 19.700 dólares. Sin embargo, el principal mercado donde van a parar estas gemas es Asia.

El cuarzo rosa se 'venera' en países como China donde se le llama la 'piedra del amor', suponiéndole cualidades curativas y también se compra para otros usos menos esotéricos, como componente para fabricar pinturas cosméticas.

Debido a esta creciente demanda los pequeños productores buscan soluciones para aumentar los márgenes de beneficio, que acaban disparándose en manos de comisionistas, intermediarios y especuladores.

Isaac Gondwe, comerciante de piedras y presidente del Centro de Comercialización de la Piedra Preciosa afirma que los pequeños mineros no tienen poder para fijar los precios de las gemas. De hecho, también es un problema de formación, puesto que la mayoría no sabe nisiquiera el valor en el mercado de las piedras que vende.



"Los intermediarios saben que los productores acaban vendiendo a cualquier precio", asegura Gondwe. Y es que hay que tener en cuenta que, pese a la riqueza de su subsuelo (que también cuenta con amatistas, rubíes o zafiros), el país es uno con los de menor renta per cápita de África y alrededor del 90% de su población vive bajo el umbral de la pobreza.

Y por su parte el Gobierno asegura estar tratando de regular la minería a pequeña escala y también de formalizar préstamos a los proyectos "más viables" para mejorar las condiciones de trabajo y comercialización, aunque también es cierto, como asegura Gondwe, que con más "voluntarismo que resultados".

Financiar una explotación a pequeña escala en este país situado al norte de Sudáfrica puede costar entre 400 y 650 dólares mensuales. Contando con una trituradora que pueda convertir la gema en polvo de cuarzo, el kilo podría venderse a unos 650 dólares en el mercado ordinario.