Apenas dos años después de establecerse en Creta decidieron buscar un ámbito más favorable en Italia, primero en Nápoles y definitivamente en Roma. A pesar de las dificultades iniciales, la empresa dirigida ya por Sotirios progresó rápidamente en plena Belle Époque, iniciando la transición de lo que había empezado siendo un convencional negocio familiar de fabricación y venta de objetos de platería y de joyería, al nacimiento de la que sigue siendo en nuestros días una de las principales firmas de alta joyería a nivel internacional.
La eclosión de la nueva “Bvlgari” se produjo durante el periodo de Entreguerras, gracias a un novedoso y atractivo enfoque de sus diseños, que dejaron atrás el viejo historicismo decimonónico para incorporar el moderno Art déco. Un estilo que casi podría considerarse como el sustrato esencial de algunos de los diseños más conocidos de la firma que se han producido posteriormente. Si bien los creadores que han trabajado para Bulgari a lo largo de los años han ido presentando en alternancia otras propuestas originales, siguiendo líneas estéticas muy diferentes.
En ellas se observa a menudo un singular protagonismo de los materiales seleccionados, de forma que sus combinaciones en el conjunto de la joya hacen que la apariencia de ésta tenga un atractivo adicional, gracias al sugerente contraste de texturas, formas y colores. No han faltado ocasionales referencias a las culturas antiguas del Mediterráneo, alguna de las cuales ha dado lugar a ideas exitosas, como la línea de objetos “Serpenti”, que se ha convertido sin duda en una de las principales señas de identidad de la firma. En época más reciente, debe citarse también la original colaboración del artista Anish Kapoor en la línea B.zero1.
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