La corrección del oro parece no tener freno. Si la semana pasada cerraba en 1.268 dólares la onza, dejándose un 9% de su valor, la sesión de ayer volvió a situar el oro en 1.223 dólares, descendiendo a valores de 2010.
Y la retirada de las voluminosas compras de oro de la Reserva Federal americana prevista para finales de este año sólo propician una caída más acusada de cara al medio plazo. Según las previsiones de Goldman Sachs, el oro seguirá una senda descendente a lo largo del próximo año situando su precio en el rango de los 1.050 dólares.