"Más de 430 millones de francos suizos (casi 350 millones de euros), 6.800 toneladas de hormigón, 43.000 metros cúbicos de acero y 820 kilómetros de cable", según el propio Kamm, han hecho posible la completa remodelación de la feria más internacional de la joyería y la relojería, que tiene lugar hasta el próximo 2 de mayo en Basilea.
Los expositores han 'echado el resto' también con motivo de la inauguración, con pabellones más grandes, más lujosos y, en muchos casos, con una mayor preocupación ambiental en materia de construcción. La preocupación medioambiental está calando también en los eventos de lujo y esta renovación ha permitido el uso de materiales tradicionales y también nuevos, más respetuosos con el entorno.
La relojería suiza en 2012
La industria relojera suiza está de celebración con esta nueva etapa del encuentro del lujo, aunque las cifras de negocio muestran algunos claroscuros en los resultados del pasado año. Las exportaciones en 2012 alcanzaron los 17.400 millones de euros, un 10,9% más, como explica el presidente de los productores suizos (y miembro de Swatch Group), Francois Thièbaud.
Eso en cuanto a cifra de negocio, ya que el volumen de exportaciones sí que ha experimentado una caída del 2,1% respecto al año pasado, alcanzado los 29,1 millones de unidades vendidas.
En cuanto a la tipología, el año pasado fue para la industria suiza "el año del oro" afirma Thièbaud, tras un incremento del 20,5% en el volumen de exportaciones. Y es que la alta gama ha 'tirado del carro' durante el año pasado, ya que los mecanismos en acero se mantuvieron en "niveles similares a los de 2011", según el directivo, que no precisó datos, aunque GOLD&TIME ofrecerá un informe completo en su próxima edición.
