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Gemas con valor añadido

‘No me canso de decir que comprar una piedra con un certificado es mucho mejor que comprarla sin él’

jueves 29 de octubre de 2015, 11:35h

"Sí, sí, estoy harto de ver a mucha gente que te vienen a preguntar o a comentarte que se han comprado tal o cual piedra, no suelen decir donde, pero en muchos casos no son lo que le dijeron que era cuando se la vendieron..." asegura en este interesante artículo el gemólogo Manuel Llopis, que reproducimos a continuación.

Alejandritas, en bruto y pulidas.
Alejandritas, en bruto y pulidas.
Manuel Llopis
Manuel Llopis

Me incomoda el hecho de que la gente compre sin ton ni son y luego vengan a presumir de lo que han comprado y lo poco que le ha costado, pero cuando le estudias la piedra, o simplemente la veo y tengo claro que no es lo que le han dicho, encima se enfadan conmigo, como si yo tuviera la culpa. Además, ¿Alguien te dice cuanto te debo? No, para nada, nadie te lo pregunta.

La gente piensa que prácticamente no he empleado nada de tiempo y por lo tanto no debo de cobrar, sin embargo, nadie te ve cuando estás horas y horas, días  meses viendo piedras y estudiando, poniéndote al día, para ser mas profesional  y mas efectivo en mi trabajo, no eso no lo ve nadie, ¿eso no tiene ningún valor?

Recientemente vimos unos diamantes negros que resultaron ser moisanitas negras…, "Sí , no están mal de precio", nos decía su propietario que pensaba cuando las compró, pero claro, "Es que no son diamantes", le digo,  y para no ser diamantes, son caras.

Mira que turquesas mas bonitas y de color igualado y sin inclusiones negras y muy perfecto tallado,  perdona pero esto son turquesas reconstruidas o sinterizadas, No, No, que esto se lo he comprado a un proveedor de mucha confianza, te dicen, pero tengo claro que no son naturales.

Son incontables los corindones sintéticos que imitan a la alejandrita y que te dicen que se han comprado en Alejandría. Pero señores ¡Que las alejandritas son de los Urales!, que se llaman así en honor al Zar Alejandro I y son una variedad de crisoberilo, no un corindón sintético dopado con cromóforos  para que cambie de color y parecerse a las alejandritas.

Hace poco un cliente  te dice "mira que diamantes de Tucson", te manda una foto y ves que son prismas hexagonales de cuarzo cristal de roca. Se lo comentas y le dices que no son diamantes, que son cuarzos de la variedad cristal de roca, y aún tienen la desfachatez de decirte que no, que el los conoce muy bien y que su proveedor le ha dicho que son buenos y de buena calidad, …, ¡incomprensible!.

No os imagináis la cantidad de espinelas sintéticas azules que se han vendido como aguamarinas, o ejemplos flagrantes de grandes piezas diseñadas y realizadas con supuestas aguamarinas, que luego a la hora de consultar con un profesional experto se dan cuenta de que son topacios azules y no aguamarinas y se pagaron a precio de aguamarina.

Llega un cliente y te dice mira que granate mas bonito he comprado, quiero montarlo en esta sortija y hacer un informe gemológico de la pieza, y le dices que eso no es un granate, que es una circonita de color similar, la respuesta es , "bueno… tampoco me costó mucho". Llega otro cliente y te dice, "mira que ámbar mas limpio y de bonito color me he traído de Santo Domingo",…, ¡perdona! esto es una baquelita.  Y así muchísimos mas  ejemplos similares que nos suceden día a día.

Hace unos meses nos viene un cliente profesional de nuestro sector, con unas papelinas de unos diamantes de 5,  6 y 7 mm de diámetro, en talla brillante, para que estudiáramos su calidad, las características de color, peso, medidas, pureza y estilo de talla. Cuando abro las papelinas para comprobar que material me dejan en depósito para su estudio, veo que no son diamantes, y me dicen ¿como que no?, y digo ¡No, son moisanitas!, ¡No puede ser, las hemos comprobado con el téster (téster antiguo de solo diamante), me dice. Digo ¡Sí, sí puede ser! por muchos motivos, porque las conozco bien: su dispersión elevada, su color amarillento pastel, su doble imagen cuando ves su interior a través de su tabla, sus inclusiones aciculares muy muy finas y además porque ¡Mira! flota en ioduro de metileno (PE 3,33). El diamante se hundiría.

Y va y resulta que han comprado muchas y han dado un dinero como si fueran diamantes. Pero ¿Es que nadie tiene conocimiento?, ¿No saldría mas barato hacer un curso de formación? o ¿No sería mas económico comprar las piedras con certificados gemológicos?. Puedo enumerar un sin fin de anécdotas como estas, en las que la gente compra  muchas veces por la confianza, otras por avaricia, pensando que están comprando muy barato y pueden ganar dinero rápido vendiéndolas,  otras por ignorancia y a ojos cerrados, y luego nos lamentamos cuando nos damos cuenta de que no es lo que yo creía.

No me canso de decir que comprar  una piedra con un certificado es mucho mejor que comprarla sin él, aunque me la venda alguien de confianza. Es un plus, un valor añadido, una tranquilidad cuando la compras. También le da tranquilidad al que la vende. Y no me refiero solo a certificados de diamante, si no a certificados o informes gemológicos de piedras de color. No es comparable el coste de un certificado o informe gemológico con la tristeza, la desilusión  y la impotencia de sentirte engañado.

Manuel Llopis es gemólogo y director del Laboratorio Gemológico MLlopis.