El presidente del IDMA ha avisado de que la manufactura del diamante (pulido) es un negocio que "pierde dinero", y que los intentos en los últimos años de ampliar el mercado sólo han conducido al incremento de la especulación; y son precisamente los especuladores quienes hacen el dinero en este sector.
Shakdov lamenta que los precios de algunos tipos de diamantes pulidos no han cambiado en los últimos 30 años, mientras los precios del bruto no han dejado de crecer, y avisa de que las nuevas generaciones "están perdiendo el interés por continuar con el negocio".
A su parecer, la estrategia de "tirar precios" de los productores debería reconducirse hasta "limitar" el suministro, para que estos vuelvan a estabilizarse.
Y es que el problema de fondo, según Shakdov, es que "no existe una verdadera competencia en el mercado del diamante en bruto". La manufactura se ha convertido para los productores en una "máquina de sacar dinero" y eso dificulta una verdadera intención de hacer algo por parte de los extractores.
Shakdov reconoce que el "esfuerzo debe ser conjunto para recuperar una cuota de mercado que se ha visto reducida, en beneficio de otros productos de lujo y estima "urgente" un esfuerzo común para aumentar esa demanda en declive.