Christie’s vendió el pasado 10 de diciembre 300 lotes de alta joyería, que alcanzaron un valor de 32,5 millones de dólares, con lo que cerrará el año con por encima de los 160 millones. Un año positivo para la casa, con 29 joyas que superaron el millón de dólares y cuatro que sobrepasaron los siete millones.
Una de estas últimas ha sido el magnífico diamante de 50 quilates, vendido al comerciantes Laurence Graff por 8,37 millones de dólares. La piedra es de corte rectangular y color D, y se da la curiosa circunstancia de que el comprador ya se ha hecho con ella en dos ocasiones anteriores. Ya en 2005, Graff lo compró por segunda vez, por 4,2 millones.
Entre las otras piezas vendidas se encontraba el diamante de color rojo-anaranjado más grande certificado por el GIA, con 3,15 quilates. La piedra partía con un precio estimado en 700.000 dólares, pero acabó con el martillo en 2.1 millones.
