¿Yacimientos de diamantes en España?

Ahora resulta que cuando los geólogos y los ingenieros de minas nos habían repetido hasta la saciedad de que en la Península Ibérica  no se daban las condiciones geológicas para que existieran yacimientos de diamantes, resulta que España es exportadora de diamantes. ¿Nos daban informaciones confusas o quizás equivocadas?

Cuando se estudian los tipos de yacimientos del diamante, se clasificaban en primarios o eluviales (serían los localizados en las pipes mayoritariamente a partir del siglo XIX) y secundarios o aluviales (los que a lo largo de los siglos se conocían ya en India, Brasil, y otros ya más modernos) incluso se podrían añadir los "extraterrestres" encontrados en meteoritos caídos del espacio exterior, como la reciente revelación rusa. Desde luego, y hasta la fecha en España no se conoce ningún tipo de estos yacimientos, luego las informaciones que nos ofrecían los científicos eran veraces.

Entonces, si en la Península Ibérica no se conocen yacimientos con diamantes, cómo es posible que España y Portugal exporten diamantes? Sencillamente, la crisis económica ha hecho "aflorar", como si de diversos yacimientos  se tratara, muchos diamantes, en cantidades superiores a las que hasta ahora se consumían, por lo que la balanza de entrada y salida de diamantes es claramente favorable a la exportación.

La proliferación de establecimientos con el cartelito amarillo "COMPRO ORO", ha conseguido un efecto secundario, la aparición de muchos diamantes que estaban engastados en sus joyas cuyo metal era oro o alguna de sus muchas aleaciones.  Al ir a vender el oro, metal que tiene una cotización fija mundial basada en su peso y en su pureza (750 milésimas o más, de menor pureza no lo suelen compran) muchos compraventas sólo quieren el oro por su fácil valoración (siempre a la baja y negocio seguro) despreciando las gemas (diamantes, entre otras) para cuya valoración y tasación se requieren mayores conocimientos.

Algunos clientes, necesitados del dinero dejan los diamantes también ("a mí las piedras no me sirven para nada") con lo que la tienda se va haciendo poco a poco con gran cantidad de piedras a coste cero o muy bajo. Es cierto que la mayor parte son de tamaños muy pequeños o pequeños, porque si el diamante es de un cierto tamaño se suele valorar.

Hay un cierto "stock" de diamantes que luego tienen una salida o venta realmente complicada, lo que lleva a algunos "compradores" a pescar en "aguas revueltas", se entraría en un mercado secundario de diamantes que es una novedad y que por descontado no está regulado.