No es que el precio de los diamantes se desplomara per se, sino que la cotización del dólar subió súbitamente y todas sus referencias (euro, petróleo, oro, plata, diamantes, incluso yen, suizo o libra) parecieron mucho más baratos de repente vistos desde la divisa americana. Pero los factores básicos del mercado siguen siendo los que eran, por lo que es de esperar una paulatina recuperación, si no totalmente de los niveles anteriores, sí del pulso comprador que sigue fncionando, a nivel internacional. Otra cosa es la situación española.
De los cuatro grupos estadísticos estudiados para la importación de gemas listas para su uso en joyería (perlas cultivadas; diamantes; rubí, zafiro y esmeralda; y finalmente "otras piedras preciosas") tan sólo los diamantes presentaron un crecimiento positivo al término de la primera mitad del año. Claro que en una cantidad tan exigua, un 0,14% que más vale hablar de crecimiento cero y gracias. Porque además, las cifras de junio indican que la tendencia se ha invertido, si es que alguna vez fue realmente positiva, y las importaciones de diamantes en dicho mes cayeron un 3,4% quedando en 3,1 millones de euros frente a los 3,25 millones del mismo mes de 2010. En el semestre, las importaciones de diamantes han subido un 0,14% alcanzando los 14,76 millones de euros, por 14,74 millones de 2010.
Las perlas cultivadas, por su parte, rompieron en junio la tendencia descendente anterior, registrando un alza del 24% con relación a junio de 2010, pero este movimiento fue insuficiente para compensar las bajas anteriores, de manera que en el total del semestre sus importaciones bajaron otro 24% limitándose a 2,7 millones de euros, cuando en el mismo periodo del año pasado fueron de 3,6 millones, siempre sumando hilos y perlas sueltas.
Las tres grandes piedras de color, rubí, zafiro y esmeralda, siguen sin levantar cabeza. Es verdad que en junio registraron un fuerte avance comparado con junio del año pasado, aunque también lo es que en 2010 estaban por los suelos. Aun así, crecieron hasta los 152.000 euros, aportando así algo al poco más de medio millón que se importó desde enero, y que supuso un descenso de nada menos que el 50% respecto a 2010, y eso que también fue rematadamente malo.
Finalmente, el resto de piedras preciosas, que pasan por un supuesto auge por su menor precio, tampoco es que vivieran su mejor momento. Al contrario, en junio también sufrieron un retroceso de nada menos que el 25% con lo que en el conjunto del año también bajaron un 38% pese a rozar los 1,9 millones de euros.