“Los diamantes todavía se consideran símbolos de relaciones amorosas, pero ahora los consumidores de todo el mundo piden más” aseguraba el presidente del Consejo Mundial del Diamante, Edward Asscher, en un encuentro online celebrado el pasado 19 de octubre. “Las palabras clave hoy son sostenibilidad, diamantes de origen ético y prueba de respeto por los derechos humanos” añadía Asscher.
Un planteamiento que la industria lleva ya tiempo barajando y donde ya existen en marcha proyectos en esa línea como el impulsado por la firma española Facet, llamado Tracemark.
El foro se llevó a cabo entre representantes de los miembros del Proceso Kimberley: El Consejo Mundial del Diamante (WDC), la Sociedad Civil y miembros de Gobiernos adheridos a esta institución, y todos coincidieron en la necesidad de “mantener y aumentar” la confianza de los consumidores teniendo en mente esos valores.
En este sentido el representante de De Beers, David Prager, recordó que el papel de las marcas es clave: “no solo deben tomar posicionamiento, sino también medidas”. “Ser una marca es más que vender un producto que los consumidores desean. También se trata de comprender lo que les importa y cómo se alinean con sus valores".
Los Siete Mandamientos del Diamante
El foro abordó una cuestión siempre candente: el futuro del Proceso Kimberley, puesto en entredicho en numerosas ocasiones por casi todos los agentes de la industria, que al mismo tiempo coinciden en que es “como la democracia: el menos malo de los sistemas conocidos”.
Y en este sentido el presidente del Consejo Mundial del Diamante lanzó la propuesta de introducir siete principios en apoyo de un “abastecimiento responsable”: Estos, dijo Asscher, incluirían el cumplimiento de las convenciones internacionales relacionadas con: