En este caso, una persona presentó una piedra junto con una foto de un informe SSEF falsificado digitalmente que estaba usando un número de informe ya existente. El peso de la piedra había sido modificado digitalmente para que coincidiera con de la piedra presentada.
Otras características importantes, como las dimensiones de la piedra, también habían sido alteradas. Ante la petición del cliente, el individuo en cuestión no pudo proporcionar una copia física del informe original de esta piedra, lo que finalmente destapó el fraude ya que se trataba de una copia manipulada de un informe antiguo.
“Nos tomamos la integridad de nuestros informes extremadamente en serio y seguimos invirtiendo para que nuestros informes sean lo más seguros posible, a fin de proteger el comercio. Vamos a perseguir estos casos fraudulentos con todos los medios legales disponibles para nosotros” aseguró el director del SSEF.