Por
José Manuel Rubio | En el mundo de las piedras preciosas, igual que en otros ámbitos, se utilizan algunos términos comprensibles únicamente entre los individuos que forman parte de él y que, a menudo, suelen resultar crípticos para el público en general. La mayor parte de las veces resulta casi inevitable porque
muchos de los conceptos que esas palabras significan escapan a la compresión de las personas que no están involucradas en el entorno en el que se emplean.