Me gustaría hablar en positivo pero no sé si es posible: ¿Cuáles son las perspectivas desde la AEJPR para estos próximos meses en materia de consumo de joyería?
No sabría dar una respuesta porque los datos nos sorprenden. Hay una parte del sector que lo está pasando muy mal y otra que, sin embargo, está realizando más ventas que el año pasado. El panorama económico es malo desde cualquier perspectiva, pero su afectación es diferente según la tipología de la empresa. Tenemos empresas que han mejorado sus ventas y sus perspectivas. Es obvio que quienes antes actuaron con un sistema multicanal de ventas, están en mejor posición.
¿Cuáles son los principales retos que el Sector tiene por delante y qué se puede hacer desde la AEJPR en ese sentido?
En mi opinión, el sector , en el ámbito de las empresas, tiene algunos retos:
• El desarrollo de la empresa como unidad multicanal, venta y servicios. Experiencias adicionales, como reparación, diseño a medida, etc. tanto presencial como digital. Hay que utilizar todos los elementos necesarios para competir.
• Promoción del producto ante la sociedad y los medios. Sin promoción, el resto de sectores se apodera de nuestro producto y nuestro producto pierde prestigio. Ejemplos de ello la venta como joya de una pieza con un cristal de una marca concreta, en lugar de un diamante.
• Participación asociativa. Mientras las empresas no se asocien a la A.E.J.P.R., están perdiendo el tiempo y el tiempo es un aliado. Sabemos lo que ocurrirá, pero si no tenemos medios para incidir en las instituciones, se tomarán medidas que nos perjudiquen. Para intervenir, tenemos que disponer de medios.
La A.E.J.P.R. es un interlocutor sectorial ante las instituciones, proyectamos mejoras y las defendemos.
Nosotros intentamos evitar obstáculos, por ejemplo, hemos advertido al Ministerio de Industria de la propuesta sueca de introducir a la plata dentro del listado de metales tóxicos, hemos instado a una armonización de marcas de contraste en la Unión Europea, a una modificación de la legislación sobre joyería, al análisis de ciertos Tratados internacionales que permitan el reconocimiento de marcas para facilitar el comercio internacional, hemos intentado lograr un campo de competencia leal, y hemos proyectado una reforma legal. Ya veremos cómo actúan las Administraciones.
Hasta ahora, una de las grandes amenazas que el sector consideraba como prioritarias eran los viajes, las ‘experiencias’, la tecnología… Sin embargo, con la pandemia las dos primeras han sido neutralizadas. ¿Cree que la joyería ha sabido aprovechar ese vacío para posicionarse como una oferta de compra?
Aprovechar la situación es difícil porque las ventas han descendido en general y una promoción desde empresas muy pequeñas tiene un alcance también pequeño con una inversión grande. Cuando no hay consumo, es difícil que la joyería pueda aprovecharse porque la ausencia de consumo se debe a la ausencia de ingresos. ¡Cómo nos ha ido es algo que veremos con el tiempo!
En este mismo sentido sólo el Gremio de Murcia con apoyo de la administración local –al menos que nos conste—ha puesto en marcha alguna pequeña campaña para fomentar el comercio. ¿Es esa la vía?
Es una de las vías. El Gremio de Murcia es una organización muy activa que nos viene demostrando desde hace años todo lo que puede hacerse con voluntad, coordinación y participación de los empresarios.
¿Cuál es el papel que, a su juicio, deberían jugar las diferentes administraciones a nivel local, regional y nacional para poner en valor un oficio del que dependen miles de personas?
Las Administraciones no ponen en valor a ningún oficio. De hecho, yo personalmente creo que han perdido muchas oportunidades y siguen sin bajar a la calle. A la Administración le mueve la política y ya vemos que la política no está es su mejor momento.
Asistimos perplejos a debates políticos que parecen olvidar lo que está pasando en el país. Lo siento, pero no creo que la Administración esté actuando con ejemplaridad. Seremos nosotros, los empresarios, lo que tengamos que poner en valor nuestra actividad
Cuando de aquí a unos meses –crucemos los dedos— la pandemia sea un mal recuerdo, ¿Habrá cambiado mucho el panorama joyero? ¿O todo será más o menos igual que antes de la pandemia? (me refiero desde el punto de vista del comportamiento del cliente, así como desde el propio sector joyero)
Todo será distinto, no hay experiencia traumática que no cambie el comportamiento. El consumidor se habrá acostumbrado mucho más al comercio on line. Creo que sigue prefiriendo salir y ver, probar, pasear y, por eso, creo que el comercio estará muy vigente aunque realice la venta y la compra online.
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