Respuesta.- Una vez producido el ataque, la primera recomendación es la de NO TOCAR LA ESCENA DEL CRIMEN, para evitar alterar o destruir posibles pruebas tales como restos orgánicos, huellas digitales, etc. Ha de obtenerse una completa serie de fotografías del estado de la escena del crimen, de la situación de los cierres, escaparates, puertas, vitrinas, cajas y cualquier otro elemento violentado.
En segundo lugar, y por obvio que parezca: Siempre hay que denunciar los hechos a la autoridad policial. Siempre, aunque lo robado haya sido poco o nada, aunque “no haya ocurrido nada grave”, o aunque se hayan frustrado los propósitos de los delincuentes.
La razón es doble: por un lado, el hecho de que en esta ocasión no haya ocurrido lo peor, o incluso que hayan tenido que abandonar sus propósitos, no excluye que puedan volver a intentarlo, mejor preparados, y con un mayor grado de conocimiento del establecimiento, las medidas de seguridad del mismo y los procedimientos de actuación del personal del local). Y por otra parte, un delincuente identificado o perseguido por las fuerzas y Cuerpos de Seguridad es, potencialmente, menos peligroso para nosotros o los demás profesionales.
Cuanto antes se efectúe la denuncia, mejor, ya que los detalles estarán más frescos y será más fácil reconstruir lo ocurrido, lo que facilitará la labor policial. En caso de que, con posterioridad a la denuncia se recuerden hechos no incluidos en la misma, no ha de dudarse en comparecer ante la Policía para ampliar la denuncia, por molesto que ello pueda resultarnos.
Debe informarse a la Policía, lo más claramente posible, de los detalles de identificación de los delincuentes a los que antes hemos hecho mención. Se trata de profesionales bien formados, que dirigirán el interrogatorio de la mejor manera para lograr la identificación de los asaltantes, por lo que es muy conveniente seguir sus indicaciones.
Incidentalmente, tampoco es mala política la de avisar, con independencia de la denuncia, a los compañeros de vecindad sobre las circunstancias de lo ocurrido y las de las personas intervinientes, dado que los delincuentes tienden a estandarizar sus modos de operar.
Y es igualmente importante recopilar la DOCUMENTACIÓN TRAS EL SINIESTRO. Debe elaborarse un listado, lo más completo posible, de los bienes sustraídos, con sus valores y copia de las Facturas de compra, y acompañarlo de las fotografías de las piezas robadas, si se dispone de ellas, para una mejor identificación y recuperación de las mismas.
Igualmente, han de relacionarse los daños causados a las personas y a las instalaciones del establecimiento. Ambas actuaciones tendrán gran importancia para facilitar la labor de la Policía y de los Peritos de las Compañías Aseguradoras. Debe guardarse copia de toda esa documentación, antes de entregar los originales a las compañías de seguros o a su corredor intermediario.
Si posteriormente a la entrega de esa documentación a la Policía se recordara algo más, o aparecieran nuevos objetos como sustraídos, o algunos de los denunciados aparecieran tirados en algún lugar del local (resulta sorprendente el desorden y caos que queda en la tienda tras el asalto), valga lo dicho sobre la denuncia, siendo de desear que se ponga en conocimiento de la Policía a la mayor brevedad posible, mediante la correspondiente ampliación de denuncia.
Si el ataque ha quedado registrado en los medios de filmación y grabación, hágase una copia de la grabación del suceso, de ser posible, y entréguese el original a la Policía y copia al perito de la compañía. En el supuesto de que seamos llamados a la Comisaría o al Juzgado, para identificar a los posibles delincuentes, participando en ruedas de reconocimiento, ratificar la Denuncia, o para identificar las posibles piezas recuperadas, ha de acudirse siempre.
Un asalto impune a nuestro establecimiento tiene muchas posibilidades de repetirse, sobre todo si ha sido productivo para los delincuentes.
